En cuánto a la salud angora turco, los dueños no deben preocuparse demasiado, ya que es una raza longeva (puede vivir mucho más que el promedio de otros gatos) y sana (no padece demasiadas enfermedades como puede ocurrir con otros animales).
En los ejemplares de angora turco que son de color blanco (una gran parte de la población), pueden presentar una de las enfermedades que es la sordera congénita. Las probabilidades de que esto ocurra aumentan aún más cuando el gato es de ojos dorados o dispares (colores distintos).
Debido al largo del pelaje, el angora turco también puede presentar bolas de pelo que se acumulan y aumentan en el aparato digestivo (trastorno conocido como “tricobezoares” entre los veterinarios). Este problema es fácilmente tratable con una solución que prescribe el médico. También es vital para evitarlo, cepillar su pelo al menos una vez cada dos o tres días.
Cualquier otra enfermedad que pueda llegar a afectar al angora turco se puede prevenir con visitas periódicas al veterinario, con el cumplimiento del calendario de vacunación desde cachorros, con la colocación de un buen producto anti pulgas y garrapatas y con una alimentación equilibrada.
Más allá de los dos problemas de salud angora turco nombrados anteriormente (sordera y tricobezoares), es un gato que puede encontrarse entre los más saludables que existen, sobre todo si vive en un piso, es cuidado como corresponde y no se deja pasar mucho tiempo desde que aparecen los síntomas hasta que se lo lleva al veterinario para que él prescriba el tratamiento adecuado. No se debe automedicar a ningún gato, sea angora turco o de cualquier otra raza, porque ésto puede ocasionar trastornos superiores.