Los anquilostomas en perros son muy frecuentes y pueden afectar a los cachorros o a los adultos. En los animales de poca edad pueden provocar la muerte. Para infestarse con estos organismos, el perro puede haber ingerido algún tipo de alimento o bebida contaminado con larvas, olfatear una superficie infestada o entrar en contacto con un perro infectado. En el caso de cachorros aún lactantes, pueden ingresar al cuerpo mediante la leche materna y una perra preñada puede infectar a sus cachorros a través de la placenta.
Cuando la larva de anquilostoma ingresa al cuerpo va creciendo hasta que se convierte en adulta. En esa etapa tiene la capacidad de poner unos 20 mil huevos por día. Esta enfermedad es realmente dañina para las mascotas. A medida que los anquilostomas en perros succionan la sangre, el animal va teniendo menos fuerza, aumenta su nivel de anemia, se siente cansado, etc.
Los síntomas de los anquilostomas en perros son:
-Encías, interior de fosas nasales, debajo de párpados, orejas y labios de color más pálido o rosáceo.
-Decoloración de la lengua
-Alopecia (Caída del cabello)
-Piel seca
-Pérdida de apetito
-Inquietud
-Fatiga y cansancio
-Pérdida de peso sin explicación
-Poca interés en jugar o hacer actividades
-Disminución en el crecimiento
Los anquilostomas en perros se diagnostican mediante una muestra de las heces. El tratamiento (de largo plazo) debe eliminar no sólo los ejemplares adultos, sino también las larvas. Se realiza mediante la administración de medicamentos específicos por vía oral o inyecciones como es el caso del fármaco Drontal que combate los parásitos en unos cómodos comprimidos. Los gusanos muertos son excretados a través de las heces. Es preciso asegurarse que todos los anquilostomas han sido eliminados del organismo.