Los ataques de miedo en los perros llegan a poner en peligro al propio animal, ya que se dan cuando éste reacciona de manera desproporcionada a algo que le asusta. No es lo mismo que un perro se asuste y se muestre retraído si sufre miedo social y lo sacas a la calle, que salga corriendo sin control cuando ve a alguien y pueda, por ejemplo, ser atropellado por un coche.
Estos ataques de pánico en los perros pueden venir motivados por causas muy diferentes e, incluso, ser fruto de una cierta tendencia genética. Es importante que las personas que lo tratan diariamente intenten ver cual es su origen antes de intentar solucionarlos ellos mismos o acudir a un especialista.
Cómo reaccionar ante los ataques de miedo en los perros
Si tu perro sufre estos ataques por simple tendencia genética, te será más difícil encontrar una solución para este problema pero, en cambio, si su origen es por una causa determinada siempre existe una opción para tratarlo.
Es importante que tu primera reacción ante un ataque de miedo de un perro sea la normalidad. Es decir, evitar la tentación normal de acariciarle e intentar tranquilizarle, porque esto él lo interpretará como un premio a su actitud. En cambio, si guardas tus caricias para cuando haya conseguido calmarse, estarás reforzando esta actitud.
De todos modos, si los ataques de pánico en tu perro son habituales, es imprescindible que visites a un veterinario, que emplee las técnicas necesarias para controlar sus miedos de manera efectiva y, en el caso de que tenga un ataque incontrolable, pueda llegar a administrarle una medicación adecuada.