Una vez que el cuidador ha conseguido captar su atención, el Beagle es una raza muy fácil de entrenar y responde muy bien al refuerzo positivo. Hay que mostrar siempre un carácter firme o pueden desarrollar un comportamiento muy independiente. Eso hace que un adiestramiento en obediencia sea muy necesario para esta raza. Es aconsejable hacerlo lo antes posible.
Algunas personas se pueden llegar a frustrar al entrenar al Beagle para el control de esfínteres. La mejor manera de afrontar esta tarea es a basarse en un horario supervisado. Durante las primeras 8 o 9 semanas, cada vez que el Beagle defeque en el sitio apropiado, hay que alabarlo efusivamente. Cuanto más refuerzo positivo reciba, más querrá hacerlo.
El Beagle es una raza muy obstinada, de modo que hay que tener mucha paciencia y ser muy constante y persistente al adiestrar este perro. Aún así, no es aconsejable adiestrar en sesiones más largas de 10 minutos sin las pausas adecuadas.