¿Cada cuándo? Pues mínimo una vez por semana, juntamente con el comedero y bebedero. La limpieza podemos hacerla con agua y jabón, aclaramos y secamos bien para que no quede ningún resto de jabón que pueda perjudicar a nuestro animal.
Cada día cambiaremos al agua para que esté siempre limpia y fresca. Los comederos y bebederos pueden hacerse cada 2 o 3 días.
Es importante que la comida no esté en contacto con la orina o las heces, evitaremos contagios entre individuos por parásitos intestinales u otras enfermedades.
Por eso es importante poner comederos pesados y que no permitan sacar la comida fuera.
En el caso de los conejos, cobayas y chinchillas, el heno tiene su lugar dentro de la jaula, con la rejilla especial que lo mantiene al aire, a la altura óptima para que estas tres especies lleguen sin problemas a comer y no se ensucie con nada.
Los hámsters, jerbos y ardillas les gusta guardar comida por algún rincón de la jaula, por lo que cuidado con que se pudra.
El bebedero más práctico es el de tubo (similar a un biberón) que se fija entre los barrotes, así el roedor puede beber poco a poco sin tirar agua en su lecho y ensuciarlo.
El bebedero no debe tocar con su punta retráctil el suelo de la jaula porque permitirá que el agua no pare de salir, empapando todo el lecho y produciendo humedad a la jaula, perjudicial para las patitas de nuestros amigos.