El lugar donde se deben situar las camas para perros en el exterior es muy importante, porque tienen que, como se dijo anteriormente, poder resguardarlo de los vientos fríos del invierno o de los rayos de sol en verano. Para ello, es preciso saber cuál es la orientación de las ráfagas de aire en los meses con temperaturas más bajas. Si llegan del Norte, por ejemplo, situar la entrada hacia el sur o el oeste. Para protegerlo aún más, la caseta puede contar con una cortinilla o puerta fácil de abrir para el perro.
A su vez, para un buen descanso del perro y un cumplimiento de su función de guardián, la cama o caseta debe estar cerca de la puerta de entrada de la casa o bien en el patio trasero. No se recomienda que esté alejada en el fondo del jardín y en lo posible, que el perro pueda “mirar” el sitio donde su dueño se aleja por última vez a la noche.
Y en caso de tener más de un perro, se recomienda comprar una caseta bien grande para que entre todos puedan ofrecerse calor.
Colocar la cama o caseta debajo de algún reparo hará también que dure más tiempo. Los sitios más adecuados son: bajo un techo, una galería, un alero, una sombrilla, un garaje o un árbol. Así cuando llueve no ingrese agua por la puerta y cuando hace calor no sufrirá los rayos del sol del mediodía. No olvidarse de colocar un plato con agua cerca de la entrada, también cubierto del calor.