Este pez proviene de las costas del Mar rojo y de las zonas coralinas Indo-Pacifícas, siendo un pez relativamente común. La librea juvenil, basada en círculos concéntricos de color blanco sobre un fondo azul oscuro, es muy diferente a la adulta, principalmente amarilla y azul. Este pez supera los 30 centímetros por lo que necesitará acuarios espaciosos.
A la hora de alimentarlo varía mucho si el pez es joven o adulto. En el primer caso es posible adaptarlo a comida comercial preparada, en base a pequeñas dosis introducidas entre sesiones de comida viva y camarones. En el caso de que el animal sea adulto será imposible realizar dicha adaptación.
El pez emperador necesitará estar en grupos relativamente grandes de un macho con cuatro o más hembras. Cualquier otro macho en dicho grupo será atacado hasta morir. Si el macho dominante muriera por cualquier razón una de las hembras cambiaría de sexo y pasaría a ocupar su lugar. El acuario tiene que tener abundante roca dura y preferentemente no contará con crustáceos agresivos que pudieran molestar al pez emperador.
Su sociabilidad en el acuario marino es bastante discutida. Intraespecíficamente los machos atacarán a todos los peces que no sean hembras o que no pertenezcan a su grupo. Los ejemplares jóvenes serán soportados hasta el cambio de coloración, momento a partir del cual serán perseguidos hasta la muerte en el caso de no trasladarlos. Además se mostrarán agresivos con peces de gran tamaño que invadan su territorio, y acosará a los más pequeño. Por esta acusada territorialidad siempre será el último pez que debemos introducir en un acuario si deseamos mantenerlo con otros. Este pez vive más de diez años.
La reproducción es imposible en cautividad.