El mercado de la arena para gatos ha evolucionado mucho en los últimos años.
De los primeros sustratos simples que tenían que cambiarse a diario, se pasó a un nuevo tipo de arena mezclada con bentonita, pero los olores eran un problema y solía generarse polvo cuando el animal lo removía.
Otra clase de sustrato mucho más evolucionado y que en la actualidad es el más utilizado, es el que se presenta en forma de perlas de sílice, capaces también de absorber los excrementos líquidos y de neutralizar casi por completo los olores, apenas producen polvo y aguantan cerca de un mes en la bandeja.
A medida que van filtrando el pipí cambian de color, adquiriendo un tono amarillento que nos avisa de cuándo tenemos que renovarla.
Tanto la arena como los areneros, son herramientas fundamentales en la higiene básica de todo gato.