Lo cierto es que los pixie bob no son gatos especialmente exigentes en sus cuidados, pero sí que requieren una cierta atención para crecer fuertes y sanos. Presentan un derramamiento estacional (una muda de pelo) que requiere un cepillado constante y paciente para conseguir que el mismo sea regular, además de para prevenir problemas con bolas de pelo.
Familiar y hogareño, el pixie bob gustará de pasar la mayoría del tiempo en la casa y se mostrará especialmente cariñoso con los niños. Debemos de proporcionarle, pues, suficientes estímulos en el hogar como para que no necesite otros ajenos y no caiga en falta de ejercicio. Además es un gato que resulta especialmente resistente frente a ataques de enfermedades y parásitos, por lo que con una alimentación equilibrada y una higiene lo suficientemente cuidada el animal podrá desplegar toda su belleza y vigor.
Por último cabe señalar que más del cincuenta por ciento de los gatos de la raza pixie bob presentan polidactilia, es decir, que nacen con un número superior de dedos en las patas (seis o siete en las extremidades delanteras y cinco o seis en las traseras) sin haberse averiguado aun el origen de esta mutación tan extendida.