Los síntomas de que a nuestro gato le pasa algo en los riñones son los anteriores, pero demás pueden quejarse de dolor durante la orina, expulsarla con un olor muy fuerte, limpiarse con demasiada frecuencia sus partes, tener vómitos y diarreas y mostrarse apático. Como vemos síntomas habituales en las enfermedades gatunas muchos de ellos, por lo que deberemos estar muy al tanto de sus deposiciones para comprobar si algo va mal. En ese caso hay que llevarlo al veterinario y que sea él el que diagnostique, en su caso, la enfermedad.
Las causas de esta enfermedad de insuficiencia renal son variadas, y pueden venir por la presencia de piedras en los riñones de tu mascota, una obstrucción en la uretra o una infección bacteriana. Este último caso es el más sencillo de tratar, puesto que los antibióticos resultan muy efectivos. Un cambio de dieta también suele dar buen resultado, aumentando la cantidad de agua que tu gato consume. La comida en lata será también una buena idea, ya que tiene mucha más agua y además despertará su sed. En cualquier caso cualquiera de estos cambios debe de venir aconsejado y aprobado por tu veterinario, y en los primeros días tendrás que observar con atención las rutinas de tu gato para ver si se adapta bien a los mismos o no.