La Linfocistis es una enfermedad de origen vírico que se ceba con los peces de agua dulce, aunque también se han visto brotes en acuarios marinos, y que se ha convertido en uno de los elementos más temidos por todos los aficionados a los acuarios por la enorme mortandad que provoca.
La enfermedad se manifiesta con la aparición de quistes rosados o blanquecinos, que aparecen por todo el cuerpo del pez y son especialmente abundantes y de mayor tamaño en las aletas. La mayoría de las veces el pez apenas cambia su comportamiento pese a tener estos quistes, que tan sólo le provocarán en ocasiones ciertas dificultades para nadar debido a la erosión de sus aletas.
El gran peligro de la linfoscitis es mantener siempre bajo mínimos las defensas del animal, así como abrir un poco de infección en esas heridas que podría resultar mortal en el caso de aparecer alguna infección vírica o bacteriana secundaria en la misma. Es decir, la linfoscitis casi nunca es mortal, pero aumenta las posibilidades de que el pez contraiga otra enfermedad que sí lo sea y reduce sus posibilidades de superarla con éxito.
Agua en perfecto estado y buena alimentación variada parecen ser elementos que resultan previsores para que el animal no contraiga la linfoscitis. En el caso de haber aparecido las primeras manchas éstas pueden desaparecer con el paso del tiempo sin apenas dejar rastro, más allá de las heridas. En ocasiones se pueden llevar a cabo amputaciones de la parte de las aletas infectada, pero esto no es recomendable salvo que se tenga experiencia y material adecuado. Sí será útil el aporte de algún medicamento que pueda prevenir y corregir las posibles infecciones secundarias derivadas de laa aparición de este virus.