El pekinés es un perro de tamaño pequeño, que llama la atención por su aspecto compacto. Tiene una esperanza de vida de hasta unos 15 años pero, como ocurre en todas las razas, tiene predisposición genética a sufrir una serie de enfermedades.
Entre los problemas más habituales de salud de estos perros se cuentan los que afectan a sus ojos. De hecho, tienen especial predisposición a padecer triquiasis, cataratas antes de ser ancianos, atrofia progresiva de retina (caracterizada por una especial sensibilidad a la luminosidad, y que puede provocar pérdida de visión) y disquitiasis, un problema que consiste en el crecimiento de pelos en una de las glándulas del ojo. De esta manera, se producen irritaciones muy molestas e, incluso, heridas.
Asimismo, la estructura de la cara del pekinés hace que los perros de esta raza sean propensos a sufrir problemas respiratorios. En muchos casos, padecen de narinas estenóticas (es decir, los orificios de su nariz son muy estrechos) y paladar elongado blando, dos factores que pueden hacer que las vías respiratorias no funcionen de manera correcta.
Asimismo, también son comunes en los perros pekineses, algunas disfunciones de la movilidad, como la degeneración de los discos intervertebrales, o la luxación patelar, una enfermedad hereditaria de la rodilla, que hace que no puedan soportar el peso del cuerpo del perro.
Igualmente, merece la pena destacar que los perros de la raza pekinés también son propensos a tener piedras en su sistema urinario, que si son demasiado grandes deben ser tratadas médicamente para ayudar a su eliminación.
De hecho, debes tener siempre presente que todos los problemas de salud de tu pekinés pueden tener un tratamiento veterinario. Acude con tu perro a un especialista de confianza para que pueda tener una vida tan sana como sea posible.