Los lavados vaginales con soluciones asépticas deben formar parte de los hábitos de higiene genital de la perra, para evitar la posible aparición de focos de infección que puedan acabar derivando en una infección del tipo de una vaginitis o una infección del trato urinario. En ambos casos, se puede deducir la existencia del problema por la aparición de flujo vaginal.
Además, es importante que en los períodos de celo se tenga especial cuidado de la higiene de la vagina de la perra. Además de un lavado a conciencia de la zona genital, muchas personas optan por poner a su mascota braguitas de celo, que evitan que las gotas de sangre del animal manchen toda la casa.
Hay que tener en cuenta que el celo dura entre 7 y 10 días, por lo que las gotas de sangre que deja de ir la perra por toda la casa pueden resultar muy antihigiénicas e, incluso, mancharnos a nosotros si tenemos la costumbre de que se siente, por ejemplo, encima nuestro en el sofá. De esta manera, manteniendo una buena higiene general de la casa, también tendremos muchas menos posibilidades de que nuestra perra acabe padeciendo cualquier tipo de infección.
En definitiva, hay que tener en cuenta que la higiene de nuestra perra debe pasar por tener una atención especial a su zona genital, cuidando con los lavados adecuados de evitar que el animal acabe padeciendo cualquier tipo de infección que necesite asistencia veterinaria. Aplicar la máxima ‘más vale prevenir’ es aquí una recomendación muy acertada para todos los dueños de una perra.