Esta raza es probablemente la mejor valorada como perro de muestra, tanto por su increíble olfato como por su agilidad y velocidad.
Es un perro con un carácter juguetón, al que le encanta correr, y se lleva muy bien tanto con la gente como con los otros perros y demás animales. El Pointer solo ladra para indicar la llegada de alguien, pero nunca muestra un comportamiento hostil o agresivo.
En el interior, tiene un carácter tranquilo, mientras que en el aire libre se muestra entusiasta e incansable con su trabajo.
Es aconsejable socializar al Pointer para evitar que muestre un comportamiento reservado con los desconocidos. Es un perro que busca siempre la compañía, pero requiere un fuerte liderazgo. Hay que adiestrar bien en este aspecto o desarrollará un carácter dominante y se volverá muy independiente y desobediente.
No es difícil adiestrar en obediencia básica siempre que se haya establecido una jerarquía clara. La principal orden que nuestro Pointer debe aprender es a acudir a nuestra llamada. Esto es especialmente importante cuando está al aire libre, ya que cuando sigue un olor puede alejarse de nosotros rápidamente. Hacia los cuatro mese de edad, nuestro cachorro ya es capaz de reconocer órdenes sencillas, como sentarse o venir. Hay que convertir las sesiones de adiestramiento en un juego para mantener a los cachorros interesados y, con el tiempo, podremos ir introduciendo el resto de órdenes de manera progresiva.
Finalmente, no hay que olvidar que aunque en el interior de la casa esté tranquilo y relajado, es una raza que necesita mucho ejercicio y que desarrollará un comportamiento destructivo si no gasta la suficiente energía.