En primer lugar habrá que contar con los otros miembros de la familia. Los adultos tenéis que concienciaros de que tener un cachorro es una gran responsabilidad, y que debéis cuidarlo y darle una buena vida durante muchos, muchos años. A los niños hay que convencerlos de que un cachorro no es ni un peluche ni un juguete, y que aunque pueden y deben jugar con él también tienen que ser responsables y consecuentes con su educación, mostrándose en alguna ocasión inflexibles.
Si en tu casa ya había alguna otra mascota, como perros, gatos o aves, debes de hacer que la llegada del nuevo miembro sea asumida de buen grado por ellos. Para evitar celos tienes que intentar que el cachorro y la otra mascota se conozcan desde el principio, y no puedes dedicar toda tu atención al cachorro, aunque este parezca pasarse todo el día pidiéndola.
En cuanto a tu hogar tendrás que preparar unos elementos básicos para la llegada del cachorro. Ten siempre a mano una buena provisión de papel de periódico hasta que el cachorro aprenda a hacer sus necesidades en la calle. Además tienes que prepararle un lugar cómodo donde dormir, contar con un pienso de calidad adecuado para su edad y no olvidar adquirir algunos juguetes adecuados para él. En todo ello el veterinario será, siempre, tu mejor guía.