Existen diversas sustancias naturales que pueden servir perfectamente de repleten para gatos. Normalmente el mismo se obtiene después de hacer una infusión con ellas, y humedeciendo luego con la misma el lugar deseado. Una infusión de canela, romero y lavanda es un buen repelente gatuno, igual que una de limón y eucalipto o una de pimienta negra. En cualquiera de los casos estos repelentes deben de mezclarse con vinagre, que es un olor realmente desagradable para los gatos.
Al margen de todo esto existen olores que los gatos no soportan, pero que resultan igual de repulsivos para los humanos, como el estiércol de gallina.
Y es que el problema es ese, que los repelentes para gatos en ocasiones también repelen a sus dueños, puesto que son aromas realmente fuertes y muy especiales. Por ello nada mejor que confiar en alguno de los muchos repelentes que existen en el mercado, y que suelen tener un olor menos penetrante que los remedios caseros. De esta forma garantizamos que el gato no frecuentará determinados lugares sin nuestro consentimiento. Eso sí, piensa que todos los animales no responden de igual manera a estos olores, y que lo que para algunos será insoportable para otros no supondrá molestia alguna.