El carácter, el temperamento y los hábitos de conducta de nuestro cachorro se desarrollan durante este periodo, y son para toda la vida. Esto no solo afecta a nuestro perro en sí, sino que también implica su relación hacia toda la familia, hacia los desconocidos, hacia otros animales y hacia en entorno general donde vive.
Al sociabilizar a un cachorro estimulamos los cinco sentidos de nuestro perro. Es el mecanismo mediante el cual le introducimos las nuevas experiencias de la vida cotidiana: las vistas, los sonidos, los olores, los sabores y los tactos. Sociabilizar a nuestro cachorro durante este periodo le prepara para las situaciones cuotidianas en las que queremos que se sienta cómodo y a gusto. También le prepara para que sea capaz de afrontar las nuevas experiencias y retos con los que inevitablemente va a encontrarse a lo largo de su vida. Un perro inseguro reacciona con miedo hacia las nuevas experiencias, y el miedo es la principal causa por la que un perro acaba desarrollando comportamientos agresivos, ya sea hacia los otros perros o hacia las personas.
Desde el momento en el que empezamos a sociabilizar a nuestro cachorro, también empezamos a construir un vínculo con nuestro perro que durará para siempre. Depende únicamente de nosotros que nuestro cachorro se convierta en un perro equilibrado, seguro y feliz. Debemos recordar que todos los perros necesitan sociabilización, independientemente de la raza. En general, un perro que ha recibido una mala sociabilización es muy propenso a desarrollar comportamientos negativos muy difíciles de corregir de adulto, tales como ladrados excesivos, masticado compulsivo de objetos, ansiedad por separación y agresividad.
Hay dos tipos de sociabilización:
· Activa: cosas que enseñamos a nuestro perro, tales como obediencia, ir a visitar gente nueva o enseñarle a comportarse dentro de un coche.
· Pasiva: Dejar a nuestro perro explorar por su cuenta (por ejemplo, en el jardín o en el parque).
Es importante hacer una buena sociabilización porqué muchos problemas de comportamiento del perro adulto empiezan en esta época. ¿Qué pasa si no sociabilizamos bien a nuestro cachorro? Las consecuencias son múltiples:
· Es el principal motivo de eutanasia en perros con problemas graves de comportamiento (sobre todo con problemas de agresividad).
· Todo el trabajo de sociabilización que no hayamos hecho durante este periodo, no podemos hacerlo más tarde. Hay costumbres que ya no aprenderá de adulto.
· Nuestro perro no encajará en sociedad y tendrá problemas de confianza. No podremos confiar nosotros en él (ya que reaccionará de manera imprevista ante cualquier situación desconocida) ni él se fiará completamente de la gente (será asustadizo y a veces agresivo). Muchas veces, estos perros acaban atados en algún rincón.
· Muchos perros que no han recibido la correcta sociabilización muestran timidez, agresión y miedo hacia la gente, hacia otros perros y otros animales. También pueden tener problemas al interactuar con otros perros.
· Sociabilizar correctamente es vital para conseguir un equilibrio entre ser cauteloso ante los peligros y curioso hacia las nuevas experiencias.
Debemos recordar que sociabilizar bien a nuestro perro tiene una influencia sobre su comportamiento incluso mayor que la predisposición genética de su raza.
No obstante, siempre hay que consultar con nuestro veterinario antes de empezar a sociabilizar a nuestro cachorro. La correcta sociabilización consiste en conseguir un buen equilibrio entre la necesidad de educación y experimentación de nuestro perro y la necesidad de mantenerlo a salvo frente a peligros y enfermedades.