Por eso mismo debemos ser responsables con la decisión que tomamos, así que si decidimos tener un perro en nuestra familia debemos tener en cuenta y sopesar las consecuencias, algunas de ellas son:
1. Un perro cuesta dinero. Debes comprarle comida de manera periódica, vacunas puntuales, accesorios (caseta para exterior, cama, juguetes, comedero, bebedero…)
2. Un perro huele. Los perros desprenden un olor característico que no puedes hacer desaparecer, ya que es inherente a su especie.
3. Un perro babea. Dependiendo de la raza soltará más o menos baba pero todos acaban babeando.
4. Un perro suelta pelo. Si eres alérgico al pelo de perro deberás vigilar porque hacen dos mudas al año grandes y sueltan pequeñas cantidades de pelo durante todo el año.
5. Un perro debe ser educado y cuidado. Si no quieres que te haga destrozos debes educarlo y enseñarle a comportarle, pasearlo para que no haga las necesidades en casa , bañarlo alguna vez, cepillarlo…
Sopesa todo esto y sé responsable con tu decisión, supone todas estas cargas pero lo que te da a cambio lo compensa todo. Un perro es un amigo para TODA la vida.